Princesa Guerrera Yo te compensaré


Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las grandes, las pequeñas, las larvas y las orugas. Ustedes comerán en abundancia, hasta saciarse, y alabarán el *nombre del Señor su Dios, que hará maravillas por ustedes. ¡Nunca más será avergonzado! Entonces sabrán que yo estoy en medio de ti, que yo soy el Señor tu Dios, y no hay otro fuera de mí. ¡Nunca más serás avergonzado!
¿Quién es el único que puede compensar con creces todos los años que has invertido con lágrimas, sacrificios, penurias y hasta maltratos?
Conversaba el otro día con una dama haciéndole esta pregunta y ella, con voz temblorosa pero resuelta contestó: -NADIE-
Tal afirmación me hizo retroceder un paso, no sé si por su firmeza o porque me pareció y lo sentí como un desafío a la verdad que pensaba que escucharía inmediatamente de mi boca. “He hecho suficiente, mi vida ha estado dedicada a dar y qué he ganado, sólo ingratitud y traición, me han robado la alegría por vivir, me han quitado la paz, nadie me devolverá lo que he invertido, estoy cansada de buscar amor.
Sus palabras siguieron conmoviendome, pero al mismo tiempo que la escuchaba, los versos de Joel, le respondían en mi mente:
“Alégrate hija, que a su debido tiempo te daré lluvias de otoño”
En su debido tiempo, en el tiempo exacto que es perfecto cuando las condiciones que él ha previsto se cumplen,no te olvides que si ahora pareciera que no hay salida, Dios ha previsto este encuentro con su Palabra para que veas la salida. “Te enviaré la lluvia, la de otoño y la de la primavera, como en tiempos pasados”
No te olvides de su gracia, la ventana de los cielos se ha abierto para que las lluvias celestiales te bañen y alimenten, lo hice en el pasado y lo seguiré haciendo porque te amo.
“Tu casa se llenará de grano, de vino nuevo y de aceite”
De grano, el alimento de mi Palabra, de vino nuevo con la renovación espiritual que da la esperanza en su fidelidad y de aceite que es su Presencia.
“Yo te compensaré por todos esos años que el ladrón te robó”
No importa cuanto te hayan quitado, sea que hayan sido ejercitos grandes y pequeños, larvas y orugas, yo te compensaré y tú comerás en abundancia, no permitiré que nunca más seas avergonzada! Dice el Señor.
Dios quiere compensarte, él quiere verte satisfecho y feliz, necesitas tener ojos espirituales para levantar la mirada y contemplar la lluvia de su gracia renovando tu alma. Necesitas acercarte con arrepentimiento a su Palabra para que ella lave todo rencor y amargura, necesitas alimentarte del vino nuevo y del aceite fresco que te devolverán el gozo de la salvación.
Mira cuánto amor sale de la Palabra de Dios, ese amor quiere cubrirte y compensar tus lágrimas y dolores, créele a Dios y él sanará tus heridas.
Muchas bendiciones esperan a los que confían en él.
Con amor Martha Vílchez de Bardales

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