Reflexion para este Día de Acción de Gracias ❤️
Dios tomó forma de mendigo y bajo al pueblo. Buscó la casa del zapatero y le dijo,… hermano soy muy pobre, no tengo una sola moneda en la bolsa,… estas son mis únicas sandalias y están rotas, si tú me hicieras el favor. El zapatero le dijo estoy cansado de que todos vengan a pedir y nadie a dar. El señor le dijo,.. yo puedo darte lo que tú necesitas.
El zapatero desconfiado viendo un mendigo le preguntó,.. tú podrías darme el millón de dólares que yo necesito para ser feliz. El señor le dijo,.. yo puedo darte 10 veces más que eso pero a cambio de algo. El zapatero preguntó. ¿A cambio de que? A cambio,.. a cambio de tus piernas. El zapatero respondió para que quiero yo 10 millones si no voy a poder caminar. Entonces el señor le dijo,… puedo darte, 100 millones de dólares a cambio de tus brazos. El zapatero respondió para que quiero yo 100 millones de dólares si ni siquiera voy a poder comer sólo. Entonces el señor le dijo, bueno. Puedo darte 1000 millones de dólares a cambio de tus ojos. El zapatero pensó un poco y respondió,… para que quiero yo 1000 millones de dólares si no voy a poder ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos.
Entonces el señor le dijo,… ha hermano, hermano,… “que fortuna tienes y no te das cuenta.”
Luego de leer estas líneas sé que muchos coincidirán conmigo que la reflexión a este pensamiento es una espontánea, que nos tiene que impactar. La misma nos hace mirar aquello que hemos olvidado. Hay veces que pensamos que la solución a nuestros problemas la podríamos tener si contáramos con más dinero, encontrando así una avenida que nos conducirá derecho a la felicidad.
Posiblemente tenemos lo necesario para luchar y ser felices al alcance de nuestras manos; pero la avaricia, egoísmo, la ambición desmedida, entre otras razones se imponen en nuestro camino para olvidarnos de lo que es la verdadera “fortuna”.
En un país tan explotado por las campañas sensacionalista, existe el riesgo de que se tergiverse nuestro rol en la vida como creyentes de Jesús. Es por ello que nos olvidamos de su ejemplo de camino firme y sin curvas hacia la felicidad. Ese camino esta adornado primero por lo que somos, hijo de Dios a su imagen y semejanza. De esta manera Dios nuestro padre nos equipó y regaló los dones necesarios para que cada uno de nosotros pueda labrarse su camino hacia la felicidad. De esta manera somos nosotros responsables de encontrar ese camino y así al cruzar el puente donde dejemos atrás las tentaciones cotidianas, y podamos vivir la divinidad de Jesús.
Esos dones fueron los que el “zapatero” no vio cuando “ el mendigo” se le acercó. Esos dones están en cada uno de nuestros amigos y familiares con quienes podemos compartir y llorar las alegrías y las penas, al no estar solos. Ese don divido, de poder ver, tener y amar a nuestros amigos y familiares es el mejor motivo para reflexionar y dar gracias por lo afortunados que somos.
(Autor: R. Carrasquillo)
Es por ello que te invito que en este Día de Acción de Gracias busques, reflexiones y encuentres, como lo hizo el zapatero, tú verdadera fortuna.
“LO QUE TU NECESITAS, DIOS YA LO PUSO A TU LADO. VALÓRALOS Y DA GRACIAS!
Feliz Día de Acción de Gracias a todos(as)
Así es !! Debemos valorar lo que el señor nos da Día a día
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