APROVECHANDO LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES
“Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.”San Lucas 8: 38-39
Por gracia Dios viene a nosotros, nos elige y con ello surge la oportunidad de nacer de nuevo, (San Juan 15:16) recibimos a Cristo y lo reconocemos como único salvador; después con el bautismo nos arrepentimos de corazón y damos un nuevo rumbo a la vida, con una perspectiva de cambio para vivir como hijos de Dios. (1ª de Pedro 3:21)
Lo anterior conlleva una segunda oportunidad con nuestros hermanos, tanto con los que siempre hemos querido como con los que no han sido simpáticos en el trayecto de vida que compartimos accidentalmente o de manera inevitable.
Hemos de aprovechar esa segunda oportunidad porque Dios te vuelve a mandar a esos lugares donde anduviste en otro tiempo y con las mismas personas para que ahora des testimonio de tu nueva forma de vivir en Jesús, notarán un cambio en ti y te preguntarán qué pasó contigo; ahí es donde ahora predicarás con el ejemplo y con tu nueva personalidad.
No pretendas estar en un nicho y quieras evitar trato con tus antiguas amistades o compañeros, pues recuerda que ese segundo aire que Dios te da es para que lleves el Reino de Dios a la Tierra, no para que lo escondas sino para que lo muestres y glorifiques a tu Padre que derrama tantas bendiciones en ti.
Muéstrales a todos tu linaje, (1ª de Pedro 2:9) como hijo del Rey esta vez serás invencible porque la fuerza de su espíritu estará contigo y todos se preguntarán como lo hicieron los discípulos con Jesús: ¿Quién es este que hasta las tempestades y los vientos le obedecen? ¿Por qué ahora tiene esa actitud confiada y segura? ¿Por qué no se angustia y nada lo pone nervioso? ¿Qué está comiendo que ahora todo lo hace mejor que antes y ya no le gusta discutir y salirse con la suya?
Y cuando otros digan que ya no se puede hablar contigo, que ya no te interesan las mismas cosas, ríete porque quiere decir que de verdad has cambiado porque Dios te ha renovado, pero aun cuando no te integres ya al viejo odre o formas anteriores de ser, enséñales cuanto los amas, no los critiques, ten misericordia como Jesús la tuvo contigo y verás como querrán de ese alimento divino que te transformó.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:13
Gracias por esta segunda oportunidad.
Te amo Espíritu de Dios.
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